En el ajetreado camino de cada dìa, nos encontramos con hechos y circunstancias que pueden preocuparnos. Le damos mil y una vueltas a los problemas tratando de encontrarles una soluciòn y, al final, ya cansados de luchar, desistimos. En lo personal, con todo lo comùn y normal que soy, hago exactamente lo mismo para, al final, caer en la cuenta de que, si se lo entrego por completo a Dios, bajo la intercesiòn de Marìa Santìsima, todo serà arreglado en la manera perfecta. Y siempre que me pasa, cuando ya Dios ha escuchado mi plegaria y me ha respondido, vuelvo a repetirme: "¿por què no confiè en Tì desde el principio?"
Gracias Señor, por aceptarme con mi toda mi debilidad....
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