miércoles, 27 de enero de 2016





Viendo el ecosonograma de la nieta de una amiga pensé que, si le hubiera podido tomar eso a mis hijas, ahora podría estar disfrutando, recordando y comparando sus actitudes en mi pancita con las mujeres en que se han convertido. Sería una experiencia interesante.
Y en la oscuridad de estas madrugadas, cuando veo a los carros pasar con gente soñolienta todavía, oyendo el tráfico de todos los que van a trabajar y llevan a sus hijos a estudiar, recuerdo cuando era yo la que se levantaba a las 4 a preparar loncheras y despertar hijas, para salir en carrera y atravesarme la ciudad para llevarlas al colegio a tiempo; y le doy gracias a Dios porque ahora puedo recordarlo con una taza de café en la mano, disfrutando la luna y las estrellas...

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