lunes, 27 de junio de 2011

MI PAPA: EN PALABRAS DE MI HERMANA NURISABEL


Mi padre Francisco Antonio Monge Ureña fue un hombre bueno. Se despertaba cada día, silbando, alegremente cada mañana. Cuando salía del dormitorio para ir a la mesa y desayunar, emanaba una fragancia fresquísima, de limpieza e higiene, de aroma Yardley que tanto nos gustaba... Papá era un caballero Yardley, gentileza de estrellas a quien Dios bendijo hasta sus últimos momentos de vida humana, concediéndole la petición que imploraron sus labios. Su alma reposa santificada en la eternidad. Me gozo cuando El Señor me concede la dicha de verle... así como veo a mis abuelitas y abuelitos...Hace apenas unas cuantas noches, papá visitó mi aposento alto con una misión especial. Dios le concedió el permiso para abajarse del tercer cielo y traerme unos mensajes...! Gracias, papá! Nada temo porque Dios está conmigo y haré lo que me dice. Sigo la pista...
Algo que talvez mis hermanos no saben es que papá ponía inyecciones...Cuando fui una bebita estuve enfermita y papá me puso inyecciones de penicilina recetadas por el Doctor AlvarezIraeta. No me cayeron muy bien, de hecho no tolero la penicilina pero era el antibiótico de moda entonces y papi me inyectó por prescripción médica. Eso acontecía entre el 23 o 25 de julio de 1949...Después me vio un doctor para chiquitos y entonces si me curé...Ahora le dicen pediatras a los ¨doctores para chiquitos¨
Fue papá quien manejó el primer vehículo que compró Abuelito Beto para uso de toda la familia, porque antes las familias adquirían un carro, para todos en casa. Hoy día, todos quieren adquirir un carro para sí, y los vehículos ya no caben en las calles. Además, fue mi padre Francisco quien ensenno a manejar a mis tíos Hidalgos...
Tío Fernando estaba en Venezuela para esa época. Escribía y enviaba fotos...Como la de las playas de Arestinga, en vestido de banno, flaquito y con mucho pelo en su cabeza. Esta foto me acompanno por todos mis viajes artísticos, hasta que Tía Martina la vio, me la pidió y se la regalé como recuerdo.
Tío Nicanor también se encontraba en Venezuela. Era un gran explorador y destacó en sus estudios de agrimensura. Ägri, por lo agrio, duro y amargo de las selvas que exploraba. Mensura, por la inmensidad de aquellas espesuras de montannas, llanuras, sabanas y territorios venezolanos, donde fue ¨caminero¨y explorador, abriendo brechas para que pasara la civilización... El 28 de Noviembre de 1949 regresó a Costa Rica, Tío Coque, procedente de Venezuela. Vino de vuelta a Centroamérica en un avión bimotor o cuatrimotor que aterrizó en el aeropuertocostarricense de La Sabana. Era el único que existía. La familia Hidalgo, conducidos por mi papá Francisco habían ido al aeropuerto a esperar a Tío Coque durante 4 días consecutivos...pero nada que llegaba el avión. Imagínense cuanto ha avanzado la tecnología, ciencia, máquinas, etc... Ya hoy no hay que esperar tanto tiempo para las cosas, si hasta las confesiones sacramentales pueden hacerse por internet...

Para 1949, en Octubre, papi compró un automóvil propio y entonces íbamos a pasear a muchas poblaciones de Costa Rica. Principalmente por aquelllas que contaban con buenas carreteras, como la vez que nos llevó a la Iglesia de Alajuela a dejarle una fotografía de Nurisabel a San Gerardo en sennal de gratitud por haberme sanado de la bronconeumonía y tosferina tan fuerte que me dio. Así era la costumbre entonces, cuando sanaba la persona encomendada al santo o santa, le obsequiaban una foto y se veían muchas paredes de iglesias llenas de fotos...Buen negocio para los fotografos...

Gracias, papá por todo cuanto hiciste por nosotros como familia. Tenemos muchas anécdotas para narrar acerca de tu legado de bendiciones, papá. Gracias por heredarme tu Biblia que te obsequiaron abuelo Juan y abuelita Luisa cuando estudiaste en el Seminario. Gracias por la página sagrada de esa Biblia que me sirvió de consuelo ante la muerte irremediable que acechó tus últimas horas, tu soledad, tu sacrificio. ! Gracias por dar tu vida por nosotros para salvarnos, papá ! Amabas tanto a Jesús que quisiste imitarle en todo...hasta en la entrega. Gracias, papá. Eternamente, que Dios te lo pague. Ya no se escucharon más tus silbidos en la casa de Guatemala. Ni mami ha vuelto a sonreir como lo hacía contigo, cuando se sentaban los sábados por la tarde a comer frutas y ver el programa de Don Francisco... La vida es así. A veces cruel y cómo duele... Pero la eternidad que Dios nos tiene prometida, es magnífica. ! Cómo será de preciosa la mansión celestial que los que allá viajan, no desean ni regresar...pero algunas veces, obtienen permiso especial, visa directa para cumplir alguna misión... Dichosísimos iluminados...
Hoy te saludo, papá Paco, con todo el amor de mi vida y te bendigo porque estás tan cerquita de Dios que todavía nos consuelas y velas por toda tu familia, desde el cielo... Gracias, papá. Ahora somos un familión, si vieras... ! Gracias, papá! ! Bendito seas!

Tu hijita Lelé...Nurisabel.