sábado, 7 de mayo de 2011


Ha pasado el tiempo....Son casi cincuenta años de ir bregando por la vida, avanzando por los caminos, subiendo montañas, bajando por cuestas. Treinta y dos años de haberte tenido en mi seno, alimentándote, cuidándote, sintiéndote dentro de mí y escondiéndote de las miradas malsanas y curiosas que querían lastimarte. Y ya, en unos pocos días, vuelas a otro lugar...

Cómo pasó el tiempo! Si tú ya no eres la niña parlanchina y rebelde que todo lo preguntaba y a su hermanita protegía, yo tampoco soy ya la mamá adolescente, asustada y confundida. Y nuestros caminos se separan...

El tiempo ha pasado y solo me quedan recuerdos: tu nacimiento, tu bautizo, tu primer día en el kinder cuidando a tu hermanita, tu primera clausura, tu primera Comunión, tu graduación de Sexto, tu complicada graduación de Bachiller por el accidente de tu papá, tus proyectos de arquitectura, tus amores, novios e ilusiones, tu graduación como arquitecta, tu partida a España, tu regreso a casa, tu partida a tu nuevo hogar....

Y no es primera vez que te vas, tampoco es la primera vez que te voy a extrañar. Es que cada nueva partida me agarras mas cansada....Los años pasan rápido y aunque me digan algunos que me veo más joven, lo cierto es que muchas veces me siento muy vieja....

Y, aunque no lo creas, pienso mucho en ti y te quiero como eres, tal como Dios te regaló en mis brazos aquel lejano 13 de febrero, preámbulo del día del cariño...Y fuiste creciendo, te fuiste formando, madurando....con tu personalidad, con tus sueños, con tus ilusiones y esperanzas. Esas ilusiones y esperanzas que han marcado tu vida. Y yo, solamente he sido tu mamá....Al principio, mamá adolescente, más tarde, mamá compartida, pero siempre tu mamá....Si buena o mala, no lo sé, no soy perfecta, tengo muchos defectos, pero sigo siendo mamá....

Te vas del otro lado del mundo, a un país precioso y tranquilo, a una calidad de vida mejor....pero me duele tu partida. Las personas de las cuales me tuve que separar para lograr un matrimonio duradero y especial, son ahora las más importantes para ti. Son ellas las que te abren la puerta para un mejor futuro y, quién soy yo para juzgar a Dios por planear las circunstancias asi?