jueves, 30 de septiembre de 2010


Hay dias buenos y dias malos. Dias ajetreados y dias tranquilos. Dias felices y dias tristes. Dias para reflexionar y dias en que nos perdemos en la rutina y se nos olvida vivir...
Sin embargo, Dios nos regala cada dia para ser vivido y somos nosotros los que aprovechamos las circunstancias que se nos presentan cada dia. Y aun cuando el dia no se nos haya presentado como queriamos, cuando la agenda que teniamos propuesta no haya sido completada y todo haya sido cambiado, gracias Señor por el dia que me regalaste hoy!
Comence a escribir hoy para desahogar mis penas pero me di cuenta que, en el fondo, no queria compartir mis tristezas de este dia...Tal vez es mejor guardarlas en el corazon y confiar en que, mañana sera un dia mejor...
En esta vida nada es perfecto. Creo que al final de cuentas, la perfeccion, el dia perfecto sera cuando me llame el Señor a Su lado...y mientras tanto, sigo de peregrina esperando cada dia, que todo sea mejor....Y no es que todo vaya mal, simplemente el dia de hoy no ha sido como lo esperaba...

lunes, 20 de septiembre de 2010

LOS HIJOS


Gibràn Jalil Gibràn es un poeta libanès, filòsofo y artista que nació en 1883 y murió en 1931. Se dice que en cierta ocasión, una mujer que llevaba un niño en sus brazos le dijo: “Maestro, háblanos de los hijos” y él respondió:

“Sus hijos no son sus hijos.
son los hijos y las hijas
de los anhelos que la vida
tiene de sí misma.
Vienen a través de ustedes;
mas, no de ustedes
y aunque vivan con ustedes, no les pertenecen.
Pueden darles su amor;
mas, no sus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Pueden albergar sus cuerpos;
Mas, no sus almas, porque sus almas
Moran en la casa del mañana,
Que ni aun en sueños
Les será dado visitar.
Pueden esforzarse por ser como ellos;
mas, no intenten hacerlos como ustedes
porque la vida no da marcha atrás,
ni se detiene en el ayer.
Ustedes son el arco por medio del cual
sus hijos son disparados como flechas vivas.
El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito
y las dobla con toda su fuerza
a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos.
Que el hecho de estar en manos del arquero
sea para su dicha, porque así como
él ama la flecha que dispara,
ama también el arco que permanece firme.
Por eso ustedes tuvieron la libertad de amar
y la oportunidad de vivir y hacer su vida.
Dejen que sus hijos vuelen solos del nido
cuando llegue la hora
y no les reclamen para que vuelvan.
Ellos los querrán por siempre
y tendrán también su nido,
en el cual algún día, ellos solos quedarán,
pero habrá sido su nido y su vida.
Déjenlos libres.
Ámenlos con libertad,
no apaguen el fuego de su hogar,
vivan y dejen vivir,
así ellos siempre los querrán”.


GIBRÁN JALIL GIBRÀN